28 junio 2013

Mejor riendo..

 
 
Si todo va a acabar aquí.. mejor que acabemos riendo.. me dijiste. Y una vez más me diste una valiosa lección de vida. Una vez más me hiciste sonreir.. y luego reir a carcajadas.

La rutina, nuestros límites autoimpuestos, los prejuicios.. son sombras oscuras, nos vuelven grises, apagan ese brillo que nos hace únicos. Nos enseñaron que la persona cabal es seria, que posee autocontrol. Sólo los niños ríen sin límites, sólo ellos se alegran por nada, su mirada es nueva, su corazón todo lo sabe.. y luego poco a poco lo van olvidando. Se nos va olvidando vivir.

Gritar, sentir, romper barreras.. aceptar cada día el reto de poner nuestro granito de arena para cambiar el mundo. A veces me vuelvo fría y gris, a veces me olvido de buscar estrellas.. de reconocerlas e incorporarlas a mi vida. Últimamente siento que cada vez me cuesta más el viaje hacia ellas.. me debo de estar haciendo mayor.

Por eso quiero hacerme una promesa. La promesa de abrir los ojos a la belleza de la vida. De no pasar de puntillas, rozando este maravilloso regalo.. sino zambullirme en él, de lleno, sabiendo que la magia está en esos pequeños detalles.. que las estrellas aparecen cuando menos las esperas.

Y así, riendo, despegamos. Mi estrella y yo. Las carcajadas borraron mi miedo; y puede.. que aquel haya sido, hasta el momento, mi mejor vuelo.