20 febrero 2009

En tus manos



No aprendo. No crezco. No dejo de pensar, analizar, imaginar, soñar.. me envuelvo en las palabras que me regala, los pequeños instantes en que podría derrumbarse el resto del mundo y yo seguiría ahí, de pie, mirándo esos ojos verdes, e intentando descifrar esa mirada. Se tambalean mis planes, tiemblan mis verdades, rompe mi rutina.. me llena el alma de dudas y las despeja cuando le tengo delante.

Pensaba que ya no tenía edad para perder la cabeza y el corazón de esta manera en el juego más antiguo del mundo.. pero tal vez estaba equivocada. Vuelvo a dejarme ganar. Por segunda vez, por la misma mirada, aquella que creí haber enterrado en mi memoria junto con un puñado de apuntes viejos al terminar la carrera. Pero qué ilusa.. me río de mí misma, río de esta ingenua que deja escapar a la mínima de cambio la cordura que se supone que debería tener. ¿De verdad no sabía que esto ocurriría?

Me engaño disfrazando de amistad y dulces recuerdos algo que salta a la vista al resto del mundo. Tal vez sea el momento de reconocer que le quise y le sigo queriendo.. porque no dejé de hacerlo nunca. Que aún me muero por escuchar esa risa, esa voz que me dice que la persona que un día conocí sí ha crecido y las experiencias vividas no han logrado ahogar esa alegría innata. Detrás de mi sonrisa calmada, mis palabras serenas, mi cara de no haber roto un plato.. arde mi alma, me quema el recuerdo de cada instante que me regalaba y que vuelve a regalarme.. quisiera gritarlo y tengo que callármelo todo para convencerme a mí misma de que he madurado, de que no soy tan infantil, de que no volveré a caer en este juego de niños que dejamos sin terminar y que dí por zanjado..

Pero en contra de consejos ajenos mi corazón me pide que me deje llevar.. y lo siento, no puedo, yo ya no tengo fuerzas para resistirme a esa sonrisa ni un segundo más..

14 febrero 2009

Parece un sueño..



Pero esto no es una despedida porque sé que la vida da muchas vueltas y sé que esta vez es un poquito diferente.. esta vez volverás. Y sólo pido que cuando eso ocurra todo siga igual. Quiero reconocer entonces en tu mirada al niño que un día tocó mi alma para siempre. Por cierto.. hoy ya no tengo dudas.. ¿demasiado tarde?...

Hace casi dos años te escribía estas palabras y algo en mí me decía que algún día volvería a leerlas con una sonrisa en el alma. La vida me devuelve una oportunidad para curar esa antigua herida que asociaba un sabor amargo a tu recuerdo. Sabía que volvería a encontrarme con tu mirada, pero me daba miedo pensar qué vería en ella.

Llegué a planear exactamente mis reacciones cuando eso ocurriera, me prometí fingir desinterés, fingir olvido, fingir.. Pero volviste con esa sonrisa que logra que se desvanezca el resto del mundo, y sentí una felicidad inmensa al comprobar que nada había cambiado.. o quizás sí, antes no teníamos un pasado, antes no había recuerdos en común.. los íbamos construyendo día a día sin saberlo; y ahora eres esa persona que regresa con sueños para compartir.

Vuelves a hacerme reir como entonces.. a hacerme sentir que puedo ser yo misma sin más, que puedo contar contigo. Y me siento confusa.. el tiempo no me ha enseñado nada. No quiero volver a alimentar una ilusión que pueda volverse contra mí, no quiero volver a jugar con fuego.. porque me arrastras inevitablemente a jugar contigo, pero a veces no sé muy bien a qué estoy jugando. Tal vez no quiera saberlo. Tal vez me baste tenerte cerca y rescatar pedacitos de una historia que creí terminada.. sorprendiéndome a mí misma por desear que tan sólo haya estado dormida.. aplazada.. No tengo ni idea de lo que pasa por tu corazón y no sé si tendrás idea de lo que guarda el mío. Pero me basta con compartir de nuevo esos instantes de magia contigo.

Ahora que has vuelto te pediría que te quedaras para siempre. Pero no quiero hablar más.. me deshago de los tópicos, escucho sólo a mi corazón, y siento.. Elimino las palabras con las que trataba de justificar lo injustificable, de explicar lo que no entiendo ni quiero entender.. Sólo sé que has vuelto. Que estás ahí. Que tu risa, sincera y contagiosa, sigue siendo la misma.. y tu mirada borra malentendidos amargos.

Dos años después, el mundo a mi alrededor vuelve a desvanecerse ante esos momentos mágicos que creía perdidos.. ante esa mirada que rompe mis esquemas. Y nada más importa. Quizás tropiece con la misma piedra, pero no quiero pensar. Esta vez no quiero planear. Me bastará con sentir lo que siento cuando estás cerca.. y dejarme llevar.. Sin prisas, sin agobios, sólo dejarme llevar y aprovechar esta nueva oportunidad que me da la vida para ser feliz, para conocerte y quererte un poco más si cabe. Y lo que tenga que ser será..

01 febrero 2009

Almas rotas


Frida Kahlo. "La columna rota". 1944.

No sé si le dolían más sus vértebras o el alma. Creo que no quise saberlo. Apareció entre aquel mar de personas que acudían a la urgencia con dolores de todo tipo y marchaban con regalos de escayola o en forma de pastillas. Pero su dolor era distinto.

Sus palabras en ocasiones ininteligibles transmitían angustia, cansancio.. cansancio acumulado de muchos años aguantando un sufrimiento que le vino sin merecerlo. En los pocos minutos que paradójicamente la urgencia te concede para el diálogo su voz entrecortada me habló de su accidente cuando aún no era más que un niño, de su columna destrozada, de su adicción a las drogas.. vino en actitud agresiva, haciéndonos culpables de algún modo de su agonía, y yo sentí miedo.. miedo de enfrentarme a tanto sufrimiento, de no saber qué hacer o qué decir. Mis libros no me enseñaron a arreglar almas.

Tengo la sensación de que quise quitármelo de encima, acabar cuanto antes con esa situación tan desagradable.. con esa mirada que me llegaba a ese rincón de la conciencia donde duermen los miedos olvidados, quitándome la bata blanca y gritándome en el más profundo silencio que no era más que una niña ingenua, que no tenía ni idea de la vida ni del dolor.

Esto no es una urgencia. No existen lesiones agudas. Que continúe con su tratamiento analgésico... bueno, vamos a ponerle un poco más.. Que le siga su médico. Es un paciente de riesgo.. Qué tío más raro, no?.. Que pase el siguiente..

Que pase el siguiente.. y mientras tanto una de aquellas mariposas de patitas heladas se posaba de nuevo en mí, al tiempo que se iba alejando con sus radiografías en la mano, un informe y varias recetas, un alma rota, una estrella sin luz.