01 agosto 2009

Al borde del abismo


Una carretera puede llevarte a muchos lugares, no elijas el único del que no vas a volver..
(DGT)

Tú volviste. Te miro y me devuelves una mirada que aunque lo intento no llego a comprender. No puedo hacerlo. La vida nos ha dado distintos roles, tú paciente, yo médico; pero tienes mi edad, hemos crecido con los mismos juegos, hemos vivido los mismos acontecimientos, hasta hace unas semanas podría llegar a saber lo que sientes, comprender tus dudas, tus miedos, tus preocupaciones.. esas que se han hecho de repente tan pequeñitas.

Pero ahora no. Has rozado ese límite que separa lo desconocido, el camino del que nadie ha vuelto jamás.. y puedes contarlo, tú puedes contarlo, el cielo te ha dado otra oportunidad. Aunque el precio ha sido muy caro.

¿Por qué tú?, quizás te preguntas en esas largas horas de espera, de incertidumbre, de dar vueltas y vueltas a la cabeza, de intentar buscar respuestas, culpables, porqués.. En esas horas en las que lloras, maldices, y sufres.. has crecido de pronto, y no te lo merecías, nadie se merece ese horror. Y yo, que me hago pequeña ante tu dolor, no sé alivarte. No me enseñaron en la facultad a paliar el dolor del alma. Aún así me sonríes, como dándome fuerzas, porque desgraciadamente me tocarán muchos casos como el tuyo a lo largo de mi vida profesional. Me sonríes y se me parte el alma.. porque jamás ví una sonrisa tan triste.

Pero en lo más profundo de esa mirada azul, esa mirada que me llega al alma desde tu mundo inaccesible de dolor, me parece ver también una luz de esperanza.. la luz del que ha rozado el abismo y tras el vértigo tiene ante sí el resto de su vida. Porque esa felicidad que ahora te falta, llegará, sé que llegará.. y no sabes cuánto deseo que llene por completo tus días.