14 febrero 2009

Parece un sueño..



Pero esto no es una despedida porque sé que la vida da muchas vueltas y sé que esta vez es un poquito diferente.. esta vez volverás. Y sólo pido que cuando eso ocurra todo siga igual. Quiero reconocer entonces en tu mirada al niño que un día tocó mi alma para siempre. Por cierto.. hoy ya no tengo dudas.. ¿demasiado tarde?...

Hace casi dos años te escribía estas palabras y algo en mí me decía que algún día volvería a leerlas con una sonrisa en el alma. La vida me devuelve una oportunidad para curar esa antigua herida que asociaba un sabor amargo a tu recuerdo. Sabía que volvería a encontrarme con tu mirada, pero me daba miedo pensar qué vería en ella.

Llegué a planear exactamente mis reacciones cuando eso ocurriera, me prometí fingir desinterés, fingir olvido, fingir.. Pero volviste con esa sonrisa que logra que se desvanezca el resto del mundo, y sentí una felicidad inmensa al comprobar que nada había cambiado.. o quizás sí, antes no teníamos un pasado, antes no había recuerdos en común.. los íbamos construyendo día a día sin saberlo; y ahora eres esa persona que regresa con sueños para compartir.

Vuelves a hacerme reir como entonces.. a hacerme sentir que puedo ser yo misma sin más, que puedo contar contigo. Y me siento confusa.. el tiempo no me ha enseñado nada. No quiero volver a alimentar una ilusión que pueda volverse contra mí, no quiero volver a jugar con fuego.. porque me arrastras inevitablemente a jugar contigo, pero a veces no sé muy bien a qué estoy jugando. Tal vez no quiera saberlo. Tal vez me baste tenerte cerca y rescatar pedacitos de una historia que creí terminada.. sorprendiéndome a mí misma por desear que tan sólo haya estado dormida.. aplazada.. No tengo ni idea de lo que pasa por tu corazón y no sé si tendrás idea de lo que guarda el mío. Pero me basta con compartir de nuevo esos instantes de magia contigo.

Ahora que has vuelto te pediría que te quedaras para siempre. Pero no quiero hablar más.. me deshago de los tópicos, escucho sólo a mi corazón, y siento.. Elimino las palabras con las que trataba de justificar lo injustificable, de explicar lo que no entiendo ni quiero entender.. Sólo sé que has vuelto. Que estás ahí. Que tu risa, sincera y contagiosa, sigue siendo la misma.. y tu mirada borra malentendidos amargos.

Dos años después, el mundo a mi alrededor vuelve a desvanecerse ante esos momentos mágicos que creía perdidos.. ante esa mirada que rompe mis esquemas. Y nada más importa. Quizás tropiece con la misma piedra, pero no quiero pensar. Esta vez no quiero planear. Me bastará con sentir lo que siento cuando estás cerca.. y dejarme llevar.. Sin prisas, sin agobios, sólo dejarme llevar y aprovechar esta nueva oportunidad que me da la vida para ser feliz, para conocerte y quererte un poco más si cabe. Y lo que tenga que ser será..

5 comentarios:

Atenea dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Atenea dijo...

Hola Mehreen! :)

Solamente diré que en unos años a mi gustaria escribir más o menos lo mismo que tu ;), yo me entiendo, jajaja ... por ahora me quedo con tu última frase "y lo que tenga que ser será".

Un abrazo!

Vivianne dijo...

Vive amiga, disfruta aunque tengas escondido tu amor, aunque no esgrimas palabras, tus ojos, tus ojos! lo dirán todo no pueden mentir, te sorprenderás cuando estés en el momento de sincerarse sin límites, un fuerte abrazo!!!

. dijo...

Yo nose, luego vuelve la gente y ya no es lo mismo. Espero que para ti si lo sea, que sea aún mejor.

Saludos Mehreen.

PD. Yo quiero que vuelva la sonrisa de alguien a quien perdi, que vuelva su mirada tambien infantil. Quiero que vuelva, y se que volvera. Sin embargo, para ser sincera no creo que cuando vuelva sea como yo quiero. :(

Anónimo dijo...

No me has hecho sufrir sino esperar.

Aquellas horas enmarañadas, llenas de serpientes, cuando se me caía el alma y me ahogaba,

tú venías andando, tú venías desnuda y arañada,

tú llegabas sangrienta hasta mi lecho, novia mía,
y entonces
toda la noche caminamos durmiendo

y cuando despertamos
eras intacta y nueva,
como si el grave viento de los sueños de nuevo hubiera dado fuego a tu cabellera

y en trigo y plata hubiera sumergido tu cuerpo hasta dejarlo deslumbrante.

Yo no sufrí, amor mío, yo sólo te esperaba.

TENÍAS QUE CAMBIAR DE CORAZÓN Y DE MIRADA

después de haber tocado la profunda zona de mar que te entregó mi pecho.

Tenías que salir del agua pura como una gota levantada por una ola nocturna.

NOVIA MÍA, TUVISTE QUE MORIR Y NACER, yo te esperaba.

Yo no sufrí buscándote, SABÍA QUE VENDRÍAS,

una nueva mujer.