Supongo que a mis 23 años es fácil sentirse ilusionado con la profesión que cada uno ha elegido. Es natural sentir esas ganas de hacer las cosas bien, de ser útil, ese idealismo que nos invita a ser altruistas, a interesarnos por cada detalle, a ser (o aspirar a ser) en definitiva buenos profesionales.
Lo que suele pasar con frecuencia es que todo eso va perdiendo color con el tiempo. La rutina, los desengaños, los malos rollos con los compañeros, las envidias, la avaricia, la pereza, la dejadez... van haciendo mella. Sin embargo, ahora que estoy a puntito de licenciarme, quiero dar las gracias a todos aquellos que me han enseñado que la ilusión por el trabajo bien hecho no siempre se pierde. He visto gente muy mayor, gente con verdadera vocación, disfrutando a cada instante de su profesión. Personas a las que los años no les han quitado las ganas de aprender, y de enseñar. Te contagian su alegría, su dedicación.. en un mundo en el que es muy habitual estar quemado. Hoy me ha apetecido dedicarles unas líneas.
De mayor quiero ser como ellos...
"El universo, para ellos, era un ser viviente donde todo se relacionaba con todo a través de una simpatía cósmica. Así que cada uno de nosotros, como las células del cuerpo, contribuye a que el universo siga siendo un ser vivo, que crece y se expande. Somos uno, y todos estamos vinculados. Cuando tú piensas, es el universo quien piensa; cuando te autoobservas, es el cosmos quien se autoobserva a sí mismo. ¿Polvo de estrellas? Sí, pero pensante." (El camino de los Sabios. Walter Riso)
1 comentario:
AMIGA
ME ALEGRA QUE ESTES PRONTA A LICENCIARTE .
UNO TIENE PRINCIPIOS Y ESTOS VAN CON UNO .
SI NO PODEMOS CAMBIAR EL MUNDO , LO IMPORTANTE ES
QUE EL MUNDO NO NOS CAMBIE .
QUE TENGAS UN BUEN DÍA
ADAL
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