10 diciembre 2006

Noches heladas



Había olvidado la belleza de mirar al cielo en una noche fría de Diciembre, y estos días he podido volver a sentir esa sensación de inmensidad, de paz, ese escalofrío que recorre tu interior cuando en una noche despejada de estos meses fríos levantas tu cabeza y ves aparecer la Luna entre las nubes que poco a poco se van despejando. Sientes la nariz helada, pero las ideas se van aclarando.. o quizás todo se hace más leve, más relativo.

En esos momentos, como en el que contaba en mi anterior post, me siento yo misma.. sé qué es lo que quiero hacer en mi vida, o al menos sé por dónde debo empezar... y el resto ya se verá. Dicen que no es bueno planificar, pero supongo que no se puede vivir sin ilusiones, sin objetivos.. yo tengo unos cuantos, y es en esos instantes en los que siento la fuerza suficiente para no rendirme.

Llevo una vida cómoda, vivo en una burbuja de sobreprotección y a menudo siento que hay muchas cosas que me atan. No sé si estoy preparada para salir de esa burbuja. Quizás es precisamente esa misma la causa de mi temor a ser feliz según mi propia idea de felicidad, porque hasta ahora las únicas decisiones propias que he tomado y que han tenido consecuencias en el rumbo de mi vida han sido las relacionadas con mi carrera. El resto de mí, es ilusión, sueños, objetivos que pienso cumplir "algún día"... y aún estoy esperando a que el momento adecuado llegue. Esperando a tener cierta independencia económica, esperando a terminar de estudiar y comenzar con mi trabajo, esperando a que mi otra mitad me encuentre y me responda... y esperando me pongo excusas y me olvido de que gran parte de lo que quiero conseguir depende sólo de mí.

Ahora que estoy terminando mi carrera, que he tenido la suerte de encontrar estrellas que me han dado la mano y me han hecho empezar a sacar lo mejor de mí sin miedos (aún les queda mucho por ver, si tienen paciencia), creo que ya no tengo excusa para tomar las riendas y ser sincera conmigo y con los demás, y no sólo en un blog. Poco a poco creo que estoy empezando a recopilar el valor suficiente para hacerlo. En noches como estas, sé que puedo hacerlo.

"Qué decir cuando llega el final, cuando no queda más,
que despedirme sin saber cuando te vuelva a ver,
si todo será igual, si la distancia será mi peor castigo...
Qué diré, cuando te vea marchar, nada será igual,
recordaré cada momento que viví por ti,estando junto a ti..."
("En ti" Kiko y Shara)

Escuché el otro día esta canción y el corazón se me hizo un nudo... pronto nuestras vidas tomarán rumbos distintos y no quiero que caigamos en el olvido.. me niego a que pase a ser el simple recuerdo de una buena persona que un día se cruzó en mi camino.. como me ha ocurrido otras veces. Ni él, ni el resto de estrellas que de un tiempo a esta parte iluminan mi vida.

2 comentarios:

larcò dijo...

Lo que dices en la primera parte, lo siento yo tambièn.
Lo que dices en la segunda, lo sentì hace mucho.
Lo que dices en la ùltima, nunca. No se esperar, y no me arrepentì nunca de ser impulsiva. Cuando algo no pude obtenerlo enseguida y tuve que esperar, cuando al final lo obtuve, habia perdido mucha lozanìa, una làstima.
un besito

Óscar Sejas dijo...

Siento haber estado desaparecido en combate tanto tiempo, anduve luchando contra los fantasmas de mis propias dudas, pero me he permitido darme un momento de asueto y me he acercado a felicitarte la navidad.

Un abrazo y Felices Fiestas