12 septiembre 2007

El mar y sus lecciones de vida



Una tarde de finales de verano en la playa... justo lo que necesitaba. Nada mejor que respirar profundamente mirando al mar, abrir los brazos y sentir la brisa en silencio, para darme cuenta de la relatividad de las cosas. Quizás no hay nada como la propia naturaleza para curar el alma. La mía, después de esa tarde, quedó completamente renovada.

Me dijo una vez un compañero de travesías que quien mira el mar, mira su alma. Hace falta tiempo para comprender ciertas cosas... la otra tarde comprendí el significado de sus palabras. En aquel momento me fundí con las olas, con la fina arena, dejé que el sol del atardecer me abrigara... y entendí que no había nada más que el presente, el aquí y ahora. La arena bajo mis pies, la brisa desempolvando mi alma, y el mar.. la inmensidad del mar en mi mirada. El resto es relativo, y se rinde ante la grandeza de las pequeñas cosas.

Durante un rato sonreí sintiendo el viento en mi cara... mirando el ir y venir de las olas con esa paz de quien ha descubierto un secreto, el secreto para ser feliz con lo natural, lo básico. Por un momento mis pequeños problemas se hicieron aún más pequeños, me pregunté por qué no nos levantaremos cada día con una sonrisa.. si lo tenemos todo. Me sentí liberada de muchas cosas, y me propuse contarlo en mi cuaderno de viaje para no olvidarlo. Para no olvidar nunca que la vida es eso... así de simple y así de bella. Un regalo.

10 comentarios:

Itami dijo...

Sonríe, es gratis :)

Me alegro de que hayas tenido un día tan estupendo.

Anónimo dijo...

Yo también me alegro ;-)

(MªTeresa)

Mr. TAS dijo...

fantástico el encanto de un atardecer...
y si es en playas así, y tan bien acompañado, mejor!
un saludo

Anónimo dijo...

Oye que buena experiencia, no hay nada mejor que darse cuenta del valor de las cositas simples que nos presenta la vida....
Me ha gustado mucho tu blog!! que buena capacidad tienes de expresar lo que sientes, además me he sentido identificada con muchas cosas de las que escribes.
Felicidades, y sigue así de bien. No hay mejor terapia que descargar el alma a través de las palabras...
Saludos..

Unknown dijo...

MI PEQUEÑA GRAN AMIGA!
CUANTA SABIDURÌA HAY EN TUS PALABRAS!!!

NO TODO SE COMPRA COMO ALGUNOS NOS QUIEREN HACER CREER.

NOS CUESTA MIRAR EL CIELO, VER LA NATURALEZA QUE NOS HABLA, TODO ES RÀPIDO..FAST..FAST...

QUE PAZ PUEDO HABER ALLI, DONDE NOS SENTIMOS TAN PEQUEÑOS, SI, ANTE LO INMENSO.
QUE HERMOSA REFLEXIÒN!!!

AMIGA,
QUE TUS HORAS SEAN HERMOSAS!!!

BESOS MIL

ADAL

Mehreen dijo...

Itami, tienes razón.. una vez más nos damos cuenta de que las mejores cosas de la vida son gratis: una de ellas, sonreir! :-)

MªTeresa, y yo cómo me alegro de verte de nuevo por aquí! Un abrazo!

Mr.Tas, saludos! ;) Te dejé unas palabras en tu blog (por cierto, muy bueno).

Para mi amiga anónima, muchas gracias por tu visita! :) me alegro de que te haya gustado. Escribir puede que sea una necesidad.. pero comentarios así son los que animan a seguir haciéndolo. Un abrazo!

Mi hippie!! pequeños ante lo inmenso... nos damos cuenta de que la felicidad es más simple de lo que creemos, verdad?. La tenemos al alcance de nuestra mano y no la vemos. Te deseo todo lo mejor, un fuerte abrazo desde este atardecer de finales de verano hasta ese casi comienzo de primavera ;)

Beth dijo...

El otro día una amiga mia quiso ir a ver el mar...Pero no le dejé, creí que yo le ayudaría mejor a encontrar respuestas. Y creo que le ayudé...al menos eso espero.

Lo cierto es que siempre vamos al mar a pensar en nuestros problemas, creemos que las olas traerán la solución. ¿por qué no voy a darle las gracias?, no estaría mal.

Mehreen dijo...

Pues sí Beth, tienes toda la razón.. no estaría nada mal acercarnos también de vez en cuando para darle las gracias! ;)
Una amiga es fundamental para ayudarte a encontrar respuestas, pero cuando necesitas encontrar esas respuestas tú solita, por tu propio pie, a mí la naturaleza me ayuda mucho.. y el mar especialmente. Un abrazo guapa!

Vivianne dijo...

La vista al mar y estar rodeada de arboles, sentir sus aromas, el viento, no hay placer màs hermoso que estar ahi, es tan natural, lo tenemos a la mano, excelente post nos invita a abrir los ojos!!!!!

samuel dijo...

Hermoso tu relato, siento esa misma sensiblidad tuya hacia el mar , me siento feliz de saber que sientes todo esto que leí.