El peligro del soñador es la posibilidad de que esos sueños se hagan realidad. Yo soy del subtipo de los cobardes, de los que casi prefieren lamentarse de que no haya sucedido por el miedo que supone el que en realidad suceda. Miedo a ser feliz, podríamos llamarlo. Y esa es una mis mayores y más difíciles tareas, quitarme el miedo de encima. No sé cómo hacerlo y he optado por dejarme llevar, por aceptarme como soy, y convencerme a mí misma de que algún día, tal vez con la edad y la experiencia, el miedo desaparezca, se esfume. O tal vez esperando que llegue esa persona con la paciencia y valor suficiente para ayudarme a luchar contra él.
Mientras tanto sigo caminando, llevándome alegrías y también desilusiones. Las personas casi nunca actúan como tú esperas que lo hagan. La mayoría han perdido la fe, y han echado al fuego el librito de las buenas maneras. Y hay que resignarse. Pero en el fondo soy una optimista, creo que no todo está perdido.

"Soñando con el futuro", de Frivera.
Foto ganadora del concurso "NIÑOS, La Esperanza". http://concursos.ojodigital.net
1 comentario:
YO toco el odio como PECHO DIURNO
YO sin cesar,
de ropa en ropa VENGO
DURMIENDO lejos.
No soy, NO SIRVO, no conozco A NADIE,
NO TENGO armas de MAR NI de MADERA,
NO VIVO en esta casa.
DE NOCHE y AGUA está MI BOCA llena.
La duradera LUNA determina
LO QUE NO TENGO.
LO QUE TENGO ESTÁ EN MEDIO DE LAS OLAS.
UN RAYO DE AGUA, un día PARA MÍ:
UN FONDO FÉRREO.
No hay contramar, NO HAY ESCUDO, no hay TRAJE,
no hay ESPECIAL
SOLUCIÓN INSONDABLE,
ni párpado vicioso.
VIVO DE PRONTO
y
otras veces
sigo.
TOCO DE PRONTO
un rostro
Y ME ASESINA.
No tengo tiempo.
No me busquéis entonces
DESCORRIENDO
EL habitual HILO SALVAJE
O
LA SANGRIENTA ENREDADERA.
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