Soñando un poco

Hoy me invade la nostalgia. quizás es porque se nos está yendo Agosto, mi mes preferido; o tal vez porque hoy ha salido un día precioso y, mirando el mar, he recordado muchas cosas. También puede ser que he estado leyendo algunas notas, de estas que escribes y guardas en el baúl de los recuerdos, y me han tocado el alma. Dicen que no se puede vivir de recuerdos, ni de sueños. Yo soy una soñadora nata, así que si no vivo de sueños tú me dirás de qué voy a vivir.

El peligro del soñador es la posibilidad de que esos sueños se hagan realidad. Yo soy del subtipo de los cobardes, de los que casi prefieren lamentarse de que no haya sucedido por el miedo que supone el que en realidad suceda. Miedo a ser feliz, podríamos llamarlo. Y esa es una mis mayores y más difíciles tareas, quitarme el miedo de encima. No sé cómo hacerlo y he optado por dejarme llevar, por aceptarme como soy, y convencerme a mí misma de que algún día, tal vez con la edad y la experiencia, el miedo desaparezca, se esfume. O tal vez esperando que llegue esa persona con la paciencia y valor suficiente para ayudarme a luchar contra él.

Mientras tanto sigo caminando, llevándome alegrías y también desilusiones. Las personas casi nunca actúan como tú esperas que lo hagan. La mayoría han perdido la fe, y han echado al fuego el librito de las buenas maneras. Y hay que resignarse. Pero en el fondo soy una optimista, creo que no todo está perdido.



"Soñando con el futuro", de Frivera.
Foto ganadora del concurso "NIÑOS, La Esperanza". http://concursos.ojodigital.net